Una duda muy habitual entre escritores noveles y totalmente ajenos al funcionamiento del mundo editorial es saber cómo escoger cuál es la editorial adecuada o la que les ofrecerá las opciones más convenientes.
El mundo editorial está cambiando mucho. Aunque en general, que una editorial nos publique sin pedirnos nada a cambio (nada más a parte de nuestro manuscrito, obviamente) es realmente difícil, las nuevas y pequeñas editoriales, junto con los nuevos formatos tecnológicos, hacen que publicar resulte realmente fácil.
Una idea errónea que suele tener el escritor novel con respecto a publicar suele ser pensar que enviará su manuscrito a varias editoriales, estas le contactarán pidiéndole que las elija, una le publicará y su libro será editado, distribuido y vendido en librerías y grandes superficies y que él solo tendrá que ir a las presentaciones a firmar los ejemplares a los lectores. Esta visión habitual de la edición y la publicación de libros dista bastante de la realidad o solo se ajusta a los escritores reconocidos.
La forma más “sencilla” de llegar a ese estatus es ganando uno o varios premios de certámenes literarios, cuanto más importantes, mejor. Normalmente todos cuentan con una dotación económica y, en el caso de creaciones largas, como una recopilación de relatos o de una novela, también incluyen su publicación y distribución.
¿Qué ocurre con los autores que no tienen tanta suerte?
El escritor “de a pie” cuenta con muchas más opciones de publicación, lo cual resulta muy esperanzador, ya que apenas 10 años atrás el mercado estaba limitado a lo descrito más arriba, y esto era posible solo para unos pocos.
Las pequeñas editoriales modernas como Ediciones Albores cuentan con otros sistemas de trabajo: la autoedición de libros o edición compartida. Esto consiste en que la empresa editorial realiza todo el trabajo de edición del texto, corriendo los gastos (autoedición) o parte de ellos (edición compartida) por parte del escritor. Esta modalidad tiene sus ventajas y sus inconvenientes. La mayor ventaja es que un escritor puede publicar un libro de esta manera cuando no tuviese otra forma posible de hacerlo. La desventaja obvia es el desembolso económico. Todo depende de las ganas que se tengan de ver la obra en un formato de imprenta, ya que finalmente todo se reduce a eso. El valor del escrito es el mismo, se vuelque o no en formato libro.
Para los escritores que opten por esta opción existen más variantes, ya que dependiendo de los servicios que ofrezca la editorial, esta se encargará o no de la promoción y distribución del libro, así como de organizar presentaciones a las que acudirá el autor. Al final, muchas de ellas optan por ser un mero intermediario, un servicio entre el autor y la imprenta, que cobra por su trabajo, siendo el escritor quien debe preocuparse en promocionar y vender su libro. Por otro lado, son muchas las librerías que están dispuestas a organizar presentaciones de libros con el objetivo de promover las actividades culturales y de promoción a la venta en su entorno, por lo que el joven artista no debe encontrar demasiadas trabas a la hora de autopromocionarse. No debemos olvidar tampoco el poder de convocatoria y promoción personal que tienen las redes sociales, si se sabe bien cómo usarlas.
En muchos casos, a los escritores, introvertidos y taciturnos, eso de la autoedición y la promoción se les hace un mundo al que no les apetece asomarse solos. En ocasiones uno no pretende lucrarse (y lo ideal es no tener pretensiones en estos casos) sino comunicarse y dar a conocer su obra para el disfrute de los demás. Si esto es así, podemos autoeditar nuestro libro colgándolo íntegro en nuestro blog, página web o red social (sin olvidar antes registrarlo para evitar plagios). Y una opción muy plausible que incluso puede generar algún beneficio y dar posibilidades de crecer gracias al boca-oreja es vender el libro en Amazon. De hecho, esta tienda online ofrece muchas facilidades y una guía donde explica cómo hacerlo, de manera que solo debemos preparar el texto de una forma muy sencilla, subirlo a la página de Amazon con las instrucciones que ellos indican y ponerle un precio a nuestra obra. Los usuarios podrán acceder así a él y descargarlo directamente en su ebook.
Cualquiera de estas opciones es muy plausible, aunque siempre mejor si acompañamos cualquiera de nuestras acciones con una promoción adecuada haciendo uso de las nuevas tecnologías.