Con lo rico que es el castellano, ¿por qué tenemos que usar palabras en inglés? Seguro que esta reflexión la has escuchado un montón de veces. Pero realmente no se cumple. El idioma de Shakespeare ha entrado en nuestras vidas y es imposible que se vaya. Ya forma parte del día a día. El otro día lo comprobé cuando entré en la web de Liquistocks, que por cierto recomiendo porque puedes encontrar lotes de productos nuevos de primera calidad al mejor precio del mercado, que efectivamente «stocks», es una palabra inglesa que ya forma parte de España, pero que la podríamos sustituir por otra como almacenaje o lote.
Pues igual que pasa con este caso, hay cientos. Vamos a intentar que entre todos mantengamos el rico castellano más vivo que nunca. Ahora bien, es cierto que hasta la Real Academia de la Lengua se rinde, y por ejemplo, la edición anterior, de 2001, ya dio cobijo, por primera vez en su historia, a 222 términos extranjeros, inscritos en su grafía original. Supongo que ellos siguen esa máxima de si no puedes con el enemigo, únete a él.
Ejemplos
- Best-seller: Un escritor que vende mucho. Por ejemplo Coelho es un best-seller, pues no hac falta usar ese término, decimos el libro o escritor más vendido y listo.
- Mountain bike / mountain biking – Deporte de montaña en la que se circula sobre una bicicleta preparada para el terreno. Literalmente las traducciones de estos términos es bici de montaña pero se usan los términos en ingles.
- Hot dog – Bollo de pan con una salchicha dentro y con condimentos variados. Con lo fácil que es decir perrito caliente, ¿verdad?
- Lunch. ¿Hacemos un luch? ¿Perdona? Ya sé que suena tan cool, pero no deja de ser un picoteo, o un almuerzo ligero; pero parece que usar el término inglés le da un aire más sofisticado y nos hace sentir más ciudadanos del mundo.
- Jeans: los vaqueros de toda la vida, creados por don Levi Strauss allá por 1872 en Estados Unidos. Si bien es cierto que hasta ahora los hemos conocido como los míticos “vaqueros”, cada vez más se lee y escucha el término jeans.
- Muffin. ¿Dónde está la barrera que separa un muffin de una magdalena de toda la vida? Para muchos un los muffins no dejan de ser magdalenas, más evolucionadas en algunos casos por su amplia variedad de sabores e ingredientes.
- Los CEOs (chief executive officer) de las empresas no son más que directores ejecutivos; y los famosos freelancers, trabajadores por cuenta propia o autónomos de toda la vida, que siguen pasándolas canutas para llegar a fin de mes, pese a las nuevas reformas del Gobierno. Pero queda muy chulo ponerlo en la tarjeta de visita, ¿verdad?
- Y cuando hablamos de sponsors, nos referimos a los patrocinadores, ni más ni menos. Así que no hace falta usar esa palabra que además muchas veces no sabemos ni pronunciarla.
La lista puede ser interminable y objeto, sin duda, de toda una tesis doctoral pero como has podido comprobar está presente en todos los sectores y ámbitos del día a día. Vamos a intentar cuidar el castellano entre todos. Piensa un poco porque seguro que encuentras esa frase que está en nuestro diccionario y no tenemos que usar anglicismos.