La conciliación familiar y la educación de los niños.

Conciliación laboral y familiar

La conciliación familiar es una asignatura pendiente en el mercado laboral español. Casi la mitad de las familias con niños pequeños en nuestro país tienen complicaciones para compatibilizar su trabajo con la atención a sus hijos. Esta situación está motivando que algunos centros educativos planteen horarios flexibles, especialmente, en la educación primaria y preescolar.

Los horarios laborales han cambiado. No todo el mundo trabaja de lunes a viernes de 9 a 17:00 horas o de 8 a 16:00. Hay turnos rotativos, trabajos nocturnos, trabajos de fin de semana. Las modalidades de horario laboral son infinitas. En la mayoría de los casos, los padres trabajadores no tienen opción de escoger el horario que mejor se adapte a su situación familiar. Tienen que aceptar el que encuentren.

A esto hay que añadir que para que una familia salga adelante es necesario que los dos miembros de la pareja trabajen. La posibilidad de destinar a uno de los dos cónyuges al cuidado de los hijos, como hacían nuestros padres y abuelos, es inviable. El 63% de los hogares españoles tienen dificultades para llegar a fin de mes. Esto significa que una reducción de jornada o un periodo de excedencia para cuidar de los hijos repercuten en la calidad de vida de toda la familia.

Estos dos factores están haciendo que algunos centros educativos se planteen la flexibilidad de horarios. Nos llega la noticia de que la Ikastetxea Madre de Dios, un colegio concertado de Bilbao, ubicado en el barrio de San Ignacio, ofrece horario flexible para niños menores de 1 año, con la posibilidad de gratuidad durante el curso escolar.

Estas son opciones que están poniendo en marcha guarderías y colegios públicos y privados para poder atender a los niños. Desde luego, son medidas dignas de agradecer, pero ¿esta solución es suficiente? Pasamos a analizar la situación de la conciliación familiar en nuestro país.

La temporalidad del empleo femenino.

Un Informe sobre el Estado de las Mujeres en el Mercado de Trabajo, publicado en el año 2023 por el Ministerio de Trabajo, desveló que el 73% de los trabajos a tiempo parcial lo concentran las mujeres.

En la zona euro, el porcentaje de mujeres que realizan trabajos a tiempo parcial no llega al 20%, mientras que en España representa 49,4%.

Este trabajo en jornadas reducidas puede darse de diferentes maneras. Por medio de una solicitud de reducción de jornada por parte de la madre, para poder atender a sus hijos pequeños y que ha aceptado la empresa. O que directamente, las madres cogen trabajos a media jornada o temporales para poder encargarse de los niños.

La sociedad española ha evolucionado. La incorporación de la mujer al mercado de trabajo en unas condiciones cada vez más parecidas a las del hombre es una realidad. Sin embargo, estos datos no hacen más que poner de manifiesto todo el trabajo que aún queda por realizar.

Cuando hay niños por medio siguen siendo las mujeres las que sacrifican su carrera profesional para poder atenderlos.

Muchas empresas siguen prefiriendo contratar hombres a mujeres por el riesgo a que tengan hijos. Cuando contratan mujeres, antes escogen mujeres jóvenes y solteras que madres de familia.

Un hombre, padre de familia, es un indicador de fiabilidad laboral. Se esforzará por trabajar duro para poder llevar un buen sueldo a casa. Mientras que una mujer madre es sinónimo de inestabilidad. Los empresarios piensan que pedirán permisos para llevar a los niños al médico, para hablar con los maestros o para atender cualquier imprevisto relacionado con sus hijos.

Mirándolo bien, parece discriminatorio, pero es un sistema de valoraciones que funciona en la realidad.

La posibilidad del teletrabajo.

Cuando el teletrabajo se hizo popular durante el confinamiento del COVID-19, todo apuntaba a que iba a ser una modalidad laboral que facilitaría la conciliación familiar. La instauración del teletrabajo en nuestro país ha sido inferior a lo que se esperaba.

Según datos de los servicios informativos de RTVE (la radiotelevisión pública) solo el 15% de la población activa de nuestro país teletrabaja. Esto representa una masa de 3,1 millones de trabajadores. Solo el 12% de las empresas españolas aplican el teletrabajo en una parte de su plantilla. Durante la pandemia del COVID, el teletrabajo llegó a aplicarse en un 70% de las empresas ubicadas en España.

Respecto a la posibilidad de trabajar desde casa, algo que facilitaría que las familias trabajadoras pudieran encargarse mejor de sus hijos, parece que el sistema que más fuerza ha cogido es el modelo híbrido. Es decir, el trabajador trabaja en la oficina o en su centro habitual de trabajo la mayor parte de los días y tiene la opción de teletrabajar uno o dos días a la semana.

Algo que visto objetivamente, poco ayuda a la conciliación familiar. El padre o madre está un poco más libre para encargarse de sus hijos el jueves y el viernes, pero no el resto de la semana.

Hay que recordar que el teletrabajo no significa una reducción de la jornada, ni de la carga de trabajo. Todo lo contrario. Muchos de los trabajadores que teletrabajan desde casa lo hacen por objetivos o tareas. Tienen más flexibilidad para organizar su horario laboral, pero esto no significa que vayan a trabajar menos, al contrario. Suelen tener etapas de entrega y de control que les hace que estén trabajando hasta más tarde.

Las Pymes son las empresas más reacias a aplicar el teletrabajo. El número de pequeñas empresas que usan este modelo se ha ido reduciendo en los últimos 3 años. Un 55% de las pequeñas y medianas empresas directamente no lo tiene instaurado.

El apoyo de la familia.

Ante esta situación, el apoyo de la familia para cuidar de los niños pequeños es la opción más utilizada por las familias españolas. En concreto, en nuestro país, son los abuelos los que se encargan de llevar y recoger a muchos niños del colegio a diario.

Según la Oficina Estadística de la Unión Europea, España es el segundo país de la U.E. que más recurre a los abuelos para encargarse de los niños pequeños, solo detrás de Holanda.

Un 55,3% de las familias españolas contratan servicios de guardería, niñera privada o se apoyan en familiares y amigos para poder atender a sus hijos.

El porcentaje de niños menores de 3 años que están al cuidado exclusivo de sus padres en la Unión Europea es del 50,4%. En nuestro país apenas llega a un 35%.

El contacto de los niños con los abuelos es una relación que les ayuda a crecer. Pero de eso a que los abuelos actúen como padres sustitutos, como sucede con frecuencia en nuestro país, es un cambio de roles que poco beneficia a los niños.

El apoyo en la familia, tal y como se da en España, evidencia la existencia de un problema de fondo.

Consejos para mejorar la conciliación familiar.

Desde luego, mejorar la conciliación familiar es un tema que deben abordar las autoridades y las empresas. Hasta que esto suceda, los padres no tenemos más remedio que tomar cartas en el asunto. La psicóloga Irene Nuevo, colaboradora de la asociación Aftor Health, propone una serie de pautas personales y familiares para mejorar la conciliación entre el trabajo y la familia:

  1. Conoce tus derechos. Lo primero que debemos hacer los padres es conocer los derechos que sobre este asunto tenemos en nuestro trabajo. A menudo aparecen normas que favorecen la conciliación familiar en los convenios colectivos. Otras veces, son las autoridades nacionales o autonómicas las que proponen medidas en este sentido. Debemos conocerlas y ver si nos podemos acoger a ellas.
  2. Destierra el sentimiento de culpa. Parece que pedir permisos en el trabajo para cuidar de nuestros hijos o solicitar un ajuste del horario laboral para coordinarnos con la rutina de los niños es como un favor que nos hace la empresa o una situación de privilegio en relación a nuestros compañeros. Debemos desprendernos de esas ideas que no nos hacen nada bien. Lo único que estamos haciendo es organizar nuestro tiempo para atender diferentes planos de nuestra vida. No por eso, vamos a ser menos productivos.
  3. Reducir las exigencias. Debemos aprender a ser más flexibles y a no ser tan exigentes con nosotros mismos. Trabajar y cuidar de una familia no es tarea sencilla. Piensa que tu abuela es posible que se dedicara en exclusiva a ser ama de casa. Tú, al mismo tiempo, trabajas.
  4. Aprende a aceptar ayuda y a decir que no. Cuando hay niños pequeños, el orden de prioridades cambia. El cuidado de los niños pasa a ser lo más importante. Por eso, si alguien se ofrece a ayudarnos, debemos aceptar su apoyo, al mismo tiempo que aprendemos a decir que no a otras tareas que nos quitan tiempo de estar con los niños.
  5. Coordínate con tu pareja. El cuidado de los niños es asunto de los dos padres. No puede recaer toda la responsabilidad en uno de los dos, generalmente, la madre. Ambos progenitores deben trabajar en la misma dirección y apoyarse el uno en el otro.

 

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