Me pasa una cosa, y es que en el trabajo el estoy muchas horas delante de una pantalla, y cuando llego a casa estoy deseando coger un libro y ponerme a leer. Pero entre que después de trabajar hay que recoger a los niños, hacer los deberes con ellos, ir a comprar cuando están en las actividades extraescolares y limpiar la casa, cuando me meto en la cama me duermo muy rápido y no me da tiempo a leer.
Si bien es cierto que durante los fines de semana puedo recuperar un poco el ritmo de lectura, pero la verdad sea dicho, es imposible seguir un buen ritmo de lectura cuando no paras de comprar libros. Y es que yo, al igual que muchas otras personas, estoy enganchado a comprar libros.
Y no solo es por hobbie, sino porque encaja mucho con el estilo contemporáneo de mi casa y mi despacho. De pequeño me marcó mucho ir a ver el despacho de mi tío, que era abogado, y tenía todos los libros de jurisprudencia ocupando estanterías de arriba a abajo. Creo que en ese momento decidí que de alguna manera mi casa tendría que tener algo similar.
Y dado que durante la crisis encontré un piso a reformar en el centro de Madrid, a muy buen precio, decidí que dedicaría un espacio en cada habitación para poner librerías. Y en efecto, no hay un espacio en la casa donde no haya una pequeña librería, aunque para ser sinceros, la librería con los mejores libros está en el salón, a la vista de todos.
Como decía, me encanta comprar y coleccionar libros. Los libros no cuentan únicamente una historia, cada libro tiene una historia propia independiente de su contenido. Y muchas veces puedes imaginarte que situaciones habrá vivido ese libro simplemente mirando y examinando la portada, la encuadernación y el estado del libro.
Respecto a la encuadernación, es el segundo elemento fundamental de un libro, después del contenido. Existen varios tipos de encuadernación, y en este artículo vamos a explicar cuáles son los principales tipos de encuadernaciones que existen. Cada encuadernación le da un alma especial a cada libro, vamos a verlas.
Las encuadernaciones más utilizadas
Una encuadernación muy utilizada es la encuadernación en rústica, un tipo de encuadernación que en lugar de utilizar un material más grueso se forra el libro con papel. Esta forma se utilizaba frecuentemente en el S. XVIII para la realización de publicaciones periódicas, folletos, seriales y volúmenes finos.
Una encuadernación similar es el cartoné, similar a la rústica, pero en este caso, en lugar de confeccionar las tapas del libro con papel se confeccionan en cartón, otorgándole una dureza considerable a la cubierta. Los planos interiores de las tapas son de papel, y la parte interior del lomo es de tela, aunque también puede ser de papel.
La encuadernación en tela se empezó a utilizar por los editores alrededor de 1830 como alternativa a las tapas simples, y pasó de ser una novedad a ser una norma general. Esta es una alternativa. La encuadernación podía tener tela en la cubierta, en el lomo o estar enteramente cubierto por tela. Estos son mis libros favoritos, ya que existen portadas que son verdaderas obras de arte.
Las portadas de la actualidad suelen variar sus estilos, y podemos encontrar bastantes tipos de encuadernaciones que son muy interesantes. Aunque las que predominan son las portadas de los libros de bolsillo, que son de un papel más grueso y flexible, lo que permite abaratar costes para venderlos a precios que rondan los 10€.
Ahora a lo que se presta mucha atención es al envoltorio de los libros cuando los compras por Internet. La caja en la que vienen los libros es bastante importante para algunas personas, entre las que me incluyo. Por ejemplo, la típica caja de Amazon donde empaquetan los libros no transmite nada. En cambio, las cajas clásicas de cartón, como las que fabrica Cartonajes mimó, una empresa dedicada al diseño y a la fabricación de cajas, cumplen dos necesidades básicas: la protección del libro y el diseño del mismo.
En conclusión, tanto las portadas, como la encuadernación y el embalaje son elementos que hoy en día siguen cobrando importancia.