Desde muy pequeño me ha gustado la lectura, tanto que a la edad de 10 años ya disponía en mi cuarto de una bien surtida biblioteca, totalmente organizada, que mi madre me ayudó a construir. Ella fue la que me inculcó el interés por la lectura y con el paso de los años, este no hizo más que crecer.
En los concursos de relatos del colegio casi siempre ganaba y eso me motivó hasta tal punto que empecé a escribir relatos cortos a modo personal, con los que acabé creando mi primer libro de cuentos, lo que me supuso además, un importante premio literario.
Pero cuando de verdad sentí que tenía verdadero talento, fue durante mi estancia en la institución del Divino Maestro, una residencia universitaria en Madrid, y fundación benéfico-docente promovida y patrocinada por el Arzobispado de Madrid desde el año 1927. Esta residencia está organizada sobre un régimen profundamente humano y familiar, basado en la libertad y la responsabilidad de cada uno, que hace que los alumnos vean en ella una prolongación de su propia casa. Aquí procuran que el universitario adquiera el más amplio bagaje cultural necesario para una mejor convivencia y una formación social y humana a la altura de los tiempos. Para ello se organizan actividades, compatibles con sus estudios y llevadas a cabo por ellos mismos a través de comisiones, como son las charlas y coloquios, los certámenes de relato corto y poesía, los concursos de fotografía y cortos de cine, las maratones deportivas, etc. Allí comencé a escribir guiones, y hoy, puedo decir que me estoy ganando la vida con ello.
Claves para escribir un relato corto
Escribir es fácil, lo verdaderamente difícil es conseguir una buena historia, de esas que te atrapan hasta el final, que despierta el interés del público nada más empezar, y que destacan sobre todas las demás.
Pues bien si sientes que tienes algo interesante que contar, si crees que tienes la capacidad de plasmarlo correctamente en palabras, te animo a que lo hagas, pero te aconsejo empezar por un relato corto. Un libro convencional, es muy extenso y presenta mayor dificultad, requiere análisis y mucha organización, incluso una ardua investigación dependiendo del tipo de historia que se quiera contar.
Para empezar, has de tener una idea. Piensa en algo que te inspire, un sueño, una historia que te hayan contado o algún tema que te pueda interesar. Si no sabes cómo hacerlo puedes echar un vistazo en la red, donde sin duda encontrarán una importante cantidad de información al respecto. Te recomiendo que no te pongas a escribir si todavía no sabes muy bien sobre qué hacerlo. Las Musas no te bajarán de repente, esto no funciona así.
Ahora que ya sabes de qué vas a escribir, decide cuál sería la finalidad de tu historia. Es decir, pretendes que sea un relato didáctico, romántico, de suspense, un relato que invite a la reflexión, que provoque miedo, o bien uno bien triste de llorar, y por qué no, de risas. Esto será determinante en el modo de escribir.
Es el momento de pensar quién contará la historia, que o bien puede ser relatada a modo de narrador omnisciente, o bien como protagonista principal o conocedor de éste.
Vamos a continuar, nuestro relato ya se está fraguando.
Necesitamos un gancho, que generalmente aparece al principio de la obra y que será el elemento motivador, lo que despertará el interés del lector o lectora, atrapándolo hasta que este llega a su fin. Así que déjalo sin respiración, pero sin pasarte, de lo contrario puede que acabes vendiendo humo.
El final, ha de estar también decidido de antemano, aunque de ninguna manera será una decisión cerrada, y siempre será susceptible de cambio. A medida que transcurre la historia, puede que se te ocurra otro final más propio o más ajustado a tu objetivo.
Cuida la escritura. Al ser un relato corto, cada palabra está llena de significado, ten en cuenta esto y no te pases con los adjetivos. No debes dar más información que la estrictamente necesaria para que el lector o lectora pueda ponerse en situación, pero nada más, deja algo también para su imaginación.
Y ahora, seamos honestos, si pretendes que ese relato llegue a alguna parte hay que conseguir su publicación y para ello hay que contar con colaboradores. Por ejemplo, piensa en un cuento infantil, para poder publicarlo necesita buenas ilustraciones y conseguirlas será cuestión de encontrar un dibujante que quiera trabajar contigo o cuestión de comprarlas online, algo que puede parecer inviable pero la realidad es que ya existe. Dibustock es una web donde podemos encontrar miles de ilustraciones infantiles que podemos comprar y usar en cualquier tipo de proyecto. Pero del mismo modo, debemos buscar una buena portada, y lógicamente un editor.
Pero, sobre todo, lee, sólo así llegarás a ser escritor/a